Comenzamos hoy el estudio del tercer libro de la Toráh, cuyo nombre en hebreo es Vayikrá o traducido como Levíticos. En el libro de Bereshit o Génesis aprendimos acerca del proceso de nuestra actual identidad como hijos de Dios. El Todopoderoso creó el hombre para reinar con Él eternamente, preparando desde el comienzo un lugar para el habitar con sus hijos. Primero preparó un paraíso donde Él se comunicaba directamente con el hombre cada día, pero el hombre pecó y más adelante en la historia, con Noé, YHVH decide destruir la creación que estaba corrompida. Para esto preparó un sitio donde el hombre apartado, Noé, quien fue hallado justo, podía habitar mientras la creación era restaurada. El Eterno mismo fue quien dio las instrucciones para el arca. De la descendencia de Noé, de Sem, YHVH escogió un hombre, de nombre Abraham, que por su fe mereció la promesa de parte del Creador de ser el padre de una familia, Israel, que será para siempre la familia de YHVH.
Levítico 1 - ofrendas (Korbanot):
Levítico 1:1-2 Llamó YHVH a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a YHVH, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.