Comprender esta porción de la Toráh es extremadamente importante porque es una visión profética de la obra redentora de Yeshúa. Pero para entender su contenido profético debemos recordar:
1. La Palabra de YHVH, las Escrituras, es cíclica, no lineal. Eclesiastés 1:9 “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol”. Cada evento del pasado es una advertencia o una profecía acerca de eventos futuros.
2. La voluntad de YHVH es la única que se cumple debajo del cielo. Hasta las más malintencionadas acciones de muchos personajes de la Escritura encierran un mensaje profético y YHVH está tratando de enseñarnos a través de ellas. Es por eso y teniendo la claridad de que la Palabra de YHVH es verdad, que la Biblia no esconde acciones reprochables que muchas veces no entendemos.